Las mujeres pobres y en particular las mujeres rurales se encuentran en el corazón de dos agendas de política pública en México: la de desarrollo y la de lucha contra la pobreza. Dentro de la primera están las políticas de bancarización masiva que buscan promover la inclusión financiera universal y en la segunda agenda están los programas sociales de transferencias condicionadas (CCT). Esta publicación analiza el surgimiento y puesta en marcha de nuevas políticas sociales que articulan programas alineados a estas dos agendas, anteriormente desvinculadas. Existe una interdependencia entre las prácticas monetarias de las personas y los flujos de efectivo a gran escala; así mismo, hay una heterogeneidad de actores intervinientes, cada uno impulsado por motivos y lógica específica (poblaciones, bancos comerciales o de inversión, instituciones de microfinanzas, sindicatos, ONG’s, iglesias, programas gubernamentales, etc.). Dado este contexto, el libro da elementos para comprender cómo se utilizan, adaptan, manipulan y, a veces, rechazan los servicios financieros, así como el potencial y las limitaciones de los servicios financieros, por ejemplo, para proteger contra vulnerabilidades o en términos de producción y/o reproducción de desigualdades socioeconómicas.