Ernesto Nelson fue una de las voces más originales de la pedagogía argentina de la primera mitad del siglo XX. Ubicado dentro de la tradición liberal, releyó a referentes como Sarmiento con claves novedosas e introdujo a pedagogos extranjeros como John Dewey. Nelson escribió su vasta obra, que incluye manuales escolares, ensayos sobre literatura o tratados pedagógicos, en pleno auge del positivismo pero a contracorriente de esas ideas. El Plan de reformas a la enseñanza secundaria, publicado en 1915 y reeditado aquí por primera vez junto a otros dos textos esenciales, quizá sea su obra más ambiciosa. En ella no solo identifica a la obsesión con el examen como «la falla central» que aquejaba a la educación argentina. También ofrece un minucioso plan para reinventar la escuela, que abarca cuestiones teóricas, financieras, administrativas e incluso modelos de clase para cada asignatura. Su rechazo al rol disciplinario de los exámenes, la propuesta de eliminar las repeticiones y la búsqueda de inspiración en las aulas de kindergarten o en los laboratorios científicos aún resuenan con actualidad un siglo más tarde.