El tema del control social que se ejerce sobre el cuerpo femenino -su sexualidad y capacidades reproductivas- ha sido una constante desde los comienzos de la reflexión sobre la condición femenina y los derechos de las mujeres. Las investigaciones aquí reunidas parten de estas cuestiones y examinan cómo influye la condición social de la mujer sobre su relación con la salud: la suya propia y la de los demás miembros de su hogar. Aparecen así las mujeres como las protagonistas de la salud familiar, en su doble papel de terapeutas en la medicina doméstica, demandantes y usuarias de servicios. Estas investigaciones hacen aportes significativos a la comprensión de las maneras en que las mujeres experimentan y perciben sus procesos de salud. Aplican una perspectiva de género para dilucidar las complejas relaciones que éstos guardan con las dimensiones económicas, sociales, ideológicas y políticas. Y al mismo tiempo, nos dan a conocer las propuestas que los colectivos y redes de mujeres están haciendo para promover formas alternativas de relación médico/paciente, educación para la salud, legislación y prácticas que buscan una mayor autonomía femenina.