El terremoto, los terremotos de septiembre de 1985 removieron en efecto "el pensamiento y la cabeza" no sólo de los damnificados, también de quienes dentro y fuera del país dieron su apoyo o, simplemente, contemplaron estupefactos la catástrofe. Pero una vez superado el estupor, entraron en movimiento las voluntades y los brazos para rescatar sobrevivientes y cadáveres de entre los escombros; para organizar en albergues y refugios transitorios la cotidianidad interrumpida; para buscar el diario sustento; para despejar los predios del saldo de los derrumbes; para recuperar materiales todavía utilizables, una vez minuciosamente limpios; para tramitar permisos, registros, préstamos o donaciones; para discutir proyectos; para supervisar materiales y construcción; para participar en la propia reconstrucción; para organizar cooperativas de ·abasto, guarderías, comedores. En toda esta participación colectiva inédita, el papel de la mujer ha sido decisivo. Para conocerlo y sistematizarlo, para poder transmitir una experiencia única y enriquecedora, el Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer (PIEM) de El Colegio de México organizó los días 5, 6 y 7 de noviembre de 1986 el taller "La participación social en la reconstrucción, con particular referencia al papel de la mujer".