La profesión de Relaciones Internacionales aparecerá en su forma primigenia en Inglaterra y Estados Unidos tras la Primera Guerra Mundial. El tiempo le daría la razón a quienes pensaron entonces que el estudio universitario y la formación de profesionales para la diplomacia eran necesarios ante la nueva complejidad de los procesos munidales. Es así que después de la catastrófica experiencia de la Segunda Guerra Mundial, el estudio de las Relaciones Internacionales se expandiría por buena parte del orbe. Justo a la mitad del siglo xx esa profesión llegaría a México y durante un buen tiempo sólo tres instituciones formarían internacionalistas en el país. El libro recorre esos años iniciales de la profesión, su consolidación y posterior expansión en la década de los noventa. Junto a este breve repaso histórico, también se aportan algunas reflexiones generales sobre la carrera en la actualidad, la investigación de temas internacionales en México y la nueva fisonomía de una profesión que sigue creciendo, aunque ya no sólo forma futuros diplomáticos y el mercado laboral para sus egresados esté transformándose.