Una de las repercusiones de la Ilustración europea fue la organización de numerosas expediciones científicas a distintos puntos del orbe, cuya meta era aumentar el conocimiento sobre los mares, las tierras recién descubiertas o insuficientemente conocidas y sus pueblos, así como sus respectivos reinos mineral, vegetal y animal. Las expediciones también tuvieron objetivos prácticos de índole política y económica. Tal es el caso de la Expedicón Malaspina(1789-1794), el viaje científico español más importante del siglo XVIII, el cual fue auspiciado por los monarcas Carlos ill y Carlos IV. Esta importante misión científica visitó varios territorios del imperio español, desplazándose a bordo de las corbetas "Descubierta" y "Atrevida". Uno de sus destinos fue la opulenta Nueva España, donde desembarcaron en 1791 un grupo de naturalistas, astrónomos y recopiladores de datos que, junto con talentosos artistas y la ayuda del virrey segundo conde de Revillagigedo y otros funcionarios e intelectuales de la Colonia, lograron reunir una información de gran valía sobre el virreinato novohispano de las postrimerías del Siglo de las Luces. Este libro -que en 1984 recibió del Ministerio de Defensa de España el premio "Doce de Octubre" - versa sobre las investigaciones llevadas a cabo a lo largo de doce meses por tan connotado grupo de científicos en la Nueva España. A través de sus páginas nos enteramos de sus pesquisas, de sus aventuras, satisfacciones, retos, así como de sus magníficas aportaciones a la ciencia ilustrada, que todavía hoy nos asombran por sus alcances.