El estudio de la salud de la mujer, de la madre y de los hijos ha estado estrechamente ligado al proceso reproductivo de la población, debido a las relaciones que se han documentado entre los componentes de dicho comportamiento y los diferentes indicadores privilegiados en el estudio de la salud materno-infantil, a la vez que por el papel que socialmente se le atribuye a la reproducción dentro de la definición genérica de las mujeres. Actualmente se reconoce que la salud de las mujeres incluye como elemento indispensable la condición de las mismas, más allá del carácter diferencial de los procesos reproductivos y/o de su influencia sobre las condiciones de salud de sus hijos. Esto ha permitido replantear la identificación de la salud materna con la salud de la mujer, además de reconocer que ha sido fuente de asignaciones sociales diferenciales en los espacios del derecho de las mujeres y los varones. Asimismo, cuestiona la asignación unilateral hacia la mujer por lo que hace a la responsabilidad del cuidado de los hijos y, por ende, de la salud de los mismos, así como la salud del núcleo familiar. Con el propósito de redimensionar el alcance de las relaciones entre reproducción y salud, se desarrolló un proyecto cuyos resultados integran este libro.