El presente tomo II de El servicio personal de los indios en la Nueva España abarca el período comprendido entre el comienzo del gobierno del virrey don Luis de Velasco, el primero de ese nombre, y el del virrey don Martín Enríquez. Es decir, va del año 1550 al de 1575. Desde el punto de vista de la historia del trabajo indígena, en esos años se constituye y amplía la institución del repartimiento forzoso de trabajadores, que viene a ser un alquiler remunerado a la tasa fijada por la administración, y llevado a efecto por la vía compulsiva de las órdenes virreinales dirigidas a los jueces repartidores o bien a las justicias locales, como son los alcaldes mayores o los corregidores, con la colaboración requerida de las autoridades de los pueblos de naturales. Correspondió al propio virrey Velasco establecer las bases de la nueva institución con arreglo a la cual se desarrollaron los trabajos de los indios hasta el año de 1575. El principio de la obligatoriedad del alquiler de trabajo contaba con antecedentes españoles recogidos en las leyes de vagancia, y con los que se habían puesto en práctica en las Antillas y en la propia Nueva España antes de 1550; pero no se había convertido en institución autónoma e importante mientras la esclavitud indígena y los servicios por tributo en las encomiendas satisfacían las demandas primordiales de mano de obra.